sábado, 3 de mayo de 2008

VIOLÍN


Tócame esta madrugada
algún preludio sin fin,
háblame triste, violín,
que quiero ser arpegiada.
Regálame tu cantada
armoniosa melodía,
aviva con tu alegría
mi pentagrama dormido
y desgrana en tu silbido
mi olvidada sinfonía.
Ven a mi melancolía,
gime por amor con notas,
que tus lágrimas sean gotas
de perfume y fantasía.
Que amanezca el nuevo día
bajo el canto de tu arrullo,
dame música en murmullo,
dame tu voz de embeleso;
violín, regálame un beso
que me devuelva el orgullo
.

No hay comentarios: