
El jardín de mi cabaña…
El jardín esta crecido
perpetuo de rosas rojas
son consuelo a mis congojas
por aquel amor perdido.
Cada príncipe nacido
con fragancia sin igual
se abre de modo especial
regalando ante mis ojos
los púrpuras y los rojos
colores de mi rosal.
En medio de este zorzal
se avistan dos esculturas
son Ángeles criaturas
que protegen el umbral.
Ya de manera informal
el verde se va meciendo
las petunias floreciendo
a la vista de una palma
que le sonríe a mi alma
para que siga viviendo.
El jardín de mi cabaña
ese que vuelve a crecer
no deja de florecer
cuando la lluvia lo baña.
El limonero con maña
se repleta de limones
los pinos tan retozones
juguetean con la luna
y la hortensia cual ninguna
me regala sus botones.
El jardín esta crecido
perpetuo de rosas rojas
son consuelo a mis congojas
por aquel amor perdido.
Cada príncipe nacido
con fragancia sin igual
se abre de modo especial
regalando ante mis ojos
los púrpuras y los rojos
colores de mi rosal.
En medio de este zorzal
se avistan dos esculturas
son Ángeles criaturas
que protegen el umbral.
Ya de manera informal
el verde se va meciendo
las petunias floreciendo
a la vista de una palma
que le sonríe a mi alma
para que siga viviendo.
El jardín de mi cabaña
ese que vuelve a crecer
no deja de florecer
cuando la lluvia lo baña.
El limonero con maña
se repleta de limones
los pinos tan retozones
juguetean con la luna
y la hortensia cual ninguna
me regala sus botones.
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